Aviso!!

Las entradas o "capitulos" de este blog están ordenadas del revés. Como se trata de una especie de historieta tendreis que empezar desde abajo y seguir hacia arriba.

miércoles, 2 de julio de 2008

19. MARÍA: El pesado siempre vuelve

Aún con la certeza de que el autor del mensaje era Adrián, resentido conmigo no se bien porqué, después de tantos años, no me atreví a contestarle como me hubiera gustado. Me autocontrolé y decidí darle una oportunidad para que fuera él quién revelara su identidad. Así que volví a teclear en mi móvil:

"No tengo registrado tu número así que si te conozco no se quién eres. ¿A qué viene tanto misterio?"

Batiendo todo record, en menos de un minuto tuve respuesta (unos tan rápidos, y otros tan poco…): Así que has borrado mi número, eh? Y eso que dijiste que serías mi amiga…

¡¡Buffffff!! ¡¡Qué cabreo!! ¿A qué venía eso? Ante tal chorrada, lo más sensato quizá hubiera sido ignorarlo, pero me apetecía callarle la boca de una vez y que dejara de hacerse la víctima. Por eso, a pesar de no tener ganas de hablar con él, en vez de mandarle otro mensajito y tirarnos la noche con puyitas de 150 caracteres yendo y viniendo, decidí llamarle y plantarle cara (o voz).

Un tono, dos tonos, tres… ¡¡Este era capaz de no cogerlo!! Pero al quinto, descolgó… ¡pero no habló! Dejé pasar los segundos… ¡¡este tío era tonto!!: A ver Adrián, que se que eres tú ¡¡quieres decir algo!!

- (Silencio) … ¿Cómo lo has sabido?
- ¿Quién podía ser si no?
- ¡Ah! No se cuántos podrían ser…
- ¡Claro! Cómo tengo una lista tan larga…
- Tú sabrás… como no pierdes el tiempo...

- ¿Hablas en serio? Hace dos años desde la última vez que nos vimos… ¿tendría qué estar llorando?
- No, tú no lloras… Pero yo no soy como tú, no olvido tan pronto.
- ¡Ja! ¿De qué vas? ¿Es que tenía que hacerte luto? ¿Y a cuánto me sale cada día que salimos? ¿a 6 meses de abstinencia?
- (Silencio) Ya veo que no signifiqué nada para ti.
- ¡No me jodas, Adrián! Hablas como si fuera el amor de tu vida y quedamos cuatro días.
- Pero dijiste que seriamos amigos. Y nunca me has llamado, ni te has preocupado por saber cómo estaba. Si hasta has borrado mi número, ¿qué voy a esperar de ti?
- A ver, Adrián, yo no he borrado tu número, si te lo has cambiado o tienes otro a mi no me marees….
- ¡Ahhh! Sí, es que en la empresa me ofrecieron el plan renove, y este número es nuevo, es verdad, creía que lo tenías… No había caído en que…
- ¡Que sí, que sí, Adrián! No me cuentes tu vida y menos me reproches cosas que no son.
- ¡¡Dijiste que serías mi amiga!! ¡¡Qué bien me engañaste!!
- Seríamos amigos si no te comportaras como lo haces.
- ¡Eso es mentira! ¡Tú no quieres ser mi amiga! Claro, como tienes a otro…
- ¡Yo no tengo a nadie! Y además… ¡¿eso a ti qué te importa?!
- Otra vez me estás mintiendo…
- ¡¡Yo no te tengo que dar explicaciones!!
- Me equivoqué contigo, creí que eras diferente…
- No pienso aguantarte ese tono. Ten una cosa muy clara: tal y como me hablas, ni tú eres mi amigo ni yo quiero ser tu amiga. Adiós.

Y colgué. No podía estar más cabreada. ¿A qué venía ese ataque de celos a destiempo? Al menos me había desahogado y con mis últimas palabras había puesto punto y final a esa absurda historia. ¡Ojalá se diera por enterado y nunca más volviera a inmiscuirse en mi vida!

1 comentario:

Mar dijo...

" ¡Ja! ¿De qué vas? ¿Es que tenía que hacerte luto? ¿Y a cuánto me sale cada día que salimos? ¿a 6 meses de abstinencia?"

dios como me ha gustado esa frase xD ojala se me hubiese ocurrido a mi en su momento jeje