Aviso!!

Las entradas o "capitulos" de este blog están ordenadas del revés. Como se trata de una especie de historieta tendreis que empezar desde abajo y seguir hacia arriba.

jueves, 6 de septiembre de 2007

15. LUCAS – Asterisco, asterisco, almohadilla (parte I)


Eso de apuntar el teléfono de la chica en mi móvil y poner como nombre un asterisco, ya que desconocía el real, no fue buena idea del todo… La noche siguiente a la de la pedrada, me dispuse a enviarle un mensaje para preguntar por su amiga y cual fue mi sorpresa cuando descubrí que tenía TRES contactos con un asterisco por nombre… "Jodeeeeeeeeeerrrrrrrr!!!!"
"¿De dónde sale tanto asterisco? ¿se habrá estropeado el móvil?" No, no se había estropeado… Rápidamente recordé de donde salían esos otros dos asteriscos. Ya ni recordaba que los tenía.

El primer asterisco se registró en mi agenda en una loca noche de fiesta. Pepe Mierda y yo, solteros ambos, salimos a comernos la capital y después de cenar en un japonés carísimo (por culpa del Mierda, que va de pijo), dejarnos ver por algunos pubs y transformar nuestra tasa de alcohol en sangre en tasa de sangre en alcohol fuimos a morir en una discoteca underground que permanecía abierta en el centro. Esa discoteca era conocida por estar frecuentada por la gente más borracha y pasada de la noche. No era un buen lugar para conocer a tu futura novia, pero sí para aparearte con alguna moza (si no es que has bebido demasiado y ya no se te empina…). Ese factor lo conocíamos muy bien Pepe Mierda y yo, y por eso acabamos allí. Para mí no era un plan perfecto, prefiero follar en condiciones normales, pero mi tasa de sangre en alcohol me dijo que era una idea de puta madre. Y para el Mierda, aun en condiciones normales, también le parecía una idea cojonuda. Ni que decir tiene que esa idea la tuvo él.

Allí estábamos, en la barra de ese garito infecto y maloliente, tomándonos unos cubatas mas cuando de repente entró por la puerta un grupo de orientales… "De puta madre!!" gritamos el Mierda y yo mientras nos chocábamos las manos. No sé si lo habréis visto alguna vez, pero un grupo de orientales de fiesta es la risa padre. No sé por qué razón, pero los chinos, japoneses, coreanos, etc… nos resultan súper graciosos cuando les vemos de fiesta en nuestras discotecas, y efectivamente empezó el show… El mas feo de todos se puso a bailar (cosa también muy típica, el alma de la fiesta siempre son el feo o el mas mayor del grupo) y empezaron las risas. Pepe el Mierda y yo nos partíamos el ojete la mar de a gusto. Con ese hombrecillo bailarín venían dos tíos mas y cuatro tías, bueno, en realidad eran tres tías pero había una que valía por dos. Una chinita de unos 120 kilos aproximadamente. La verdad es que las otras dos chicas no estaban nada mal, pero esa era un monstrenco, un troll de las cavernas.

Bueno, resumiendo. ¿Sabéis lo que pasó?... Si, efectivamente. La troll se acercó a nosotros. Terror… "Hola!!" "Hola…" Nos habló a los dos, pero me miraba a mi. No era especialmente fea, pero su sobrepeso nos invitaba a mirarla de lado, como de reojo… "Me llamo Shisuka, ¿y vosotros?" "Eeehm… Yo me llamo Rodolfo y él se llama Antonio Jesús, somos primos" Pepe el Mierda, soltó una carcajada sostenida… "Perdona… eeeh… ¿Cómo te llamabas?" "Shi…" "Bueno, da igual, perdónanos, estamos un poco borrachos" "Tranquilos, yo también" Y sonrió abiertamente. Tenía puesta una ortodoncia… Me giré hacia el Mierda y ¡sorpresa!... "Qué hijo de puta!!" El muy cerdo había desaparecido. "Eeeem, jeje… bueno, jajajaja…. Y ¿cómo te lo estás pasando, eeeem… cómo te llamabas?" La tía ya pasó de contestarme "¿Quieres que lo pasemos bien, Rodolfo?" De repente me cagué en los pantalones (sentido figurado, eh?). "¿A qué te refieres?" "Ya sabes…" La chica sonreía picaronamente y miraba hacia un rincón oscuro de la disco… "Eeeem, ¡aaaah!, jajajaja… ¡qué tonto!!" Estaba en un auténtico aprieto. "Yo es que… jejeje, verás… yo es que tengo…" Iba a decirle que tenía novia, pero me encontré con su gorda cara pegada a la mia. La tia me estaba dando un morreo de agárrate y no te menees… Me puse a mirar a todas partes en busca de ayuda y me encontré que mi "amigo" el Mierda estaba con el grupo de chinos y nos estaban vitoreando "¡¡¡Eres un campeón Rodolfo!!!" Me gritaba el Mierda mientras me levantaba los pulgares y se descojonaba. Imagino que los chinos le dijeron lo mismo a la chica. Solo les faltó hacer la ola… No había vuelta atrás. Mi tasa de sangre en alcohol se apoderó de la poca conciencia que me quedaba despierta, agarré a la hija de Buda y me la llevé al rincón oscuro… Los chinos dieron un grito que ni metiendo un gol en la final de la champions… Malditos chinos. Los odio.

Cuando la chica succionó todo el liquido de mi cuerpo, nos pusimos a hablar. Me enteré de que en realidad era una de las camareras del japonés donde habíamos cenado y que ya me había echado el ojo. Me cago en Pepe Mierda ¿por qué me llevó a ese sitio?... Aún no le he perdonado eso. Mi conciencia, bueno, una parte de ella, volvió y entonces empecé la maniobra de evasión. "Bueno, tengo que irme ya… ¿Cómo decías que te llamabas?" "Noooo, no te vayas…" "Si… que tengo que ponerme a trabajar dentro de media hora…" (mentira) "Oooooh, qué pena!! Eres encantador, Rodolfo…" "Mira, lo siento, pero si quieres te doy mi teléfono…" (si, ya, soy gilipollas). Y si, le di mi teléfono, y además el de verdad, así que soy gilipollas de remate. Ella me hizo una perdida para comprobar que era el de verdad y para que yo tuviera el suyo… "¿Cómo te llamabas?" "Shisuka" "Ok" No lo entendí y escribí un asterisco… El primer asterisco de esta historia…

Después de muchos esfuerzos conseguí contenerme y no partirle la cara a el Mierda… Nos fuimos hacia el coche andando… "Oye, ¿esa tia no se llamaba como la niña de Doraemon??" "No sé tio… Me ha dicho el nombre treinta veces y no lo he entendido… Me parece que se llamaba Zorrón, como tu madre…" "jajajajaja"

No hay comentarios: