Aviso!!

Las entradas o "capitulos" de este blog están ordenadas del revés. Como se trata de una especie de historieta tendreis que empezar desde abajo y seguir hacia arriba.

jueves, 21 de junio de 2007

9. MARÍA. Noche de autos

Tras salir del pub, llevaba tal cabreo encima por la jugada que me había hecho Olga dejándome tirada con ese trío de capullos que decidí coger la directa hacia mi casa. Pero en ese momento caí en la cuenta: “¡Mierda! ¡Ella lleva mis llaves!”

Recomendación: Quizá no encuentres bolso que combine con esa falda, pero más vale ir desconjuntada que dejar tus pertenencias a la amiga que está dispuesta a fugarse con el tío que se le presente.

Así que cambié de planes. Sin saber muy bien porqué motivo, me dirigí al lugar dónde seguramente me la encontraría. Así es cómo acabé sentada junto al coche en el que mi amiga y su querido cabrón se divertían. Al principio, estaba esperando para cantarle las cuarenta en cuanto acabara de desahogarse… pero de repente, me entró un ataque de risa, al ver que queriendo escapar de una situación patética, había acabado en otra más triste todavía… ¿qué más me podía pasar?

¿Qué más me podía pasar? ¡Madre mía! ¡La noche sólo acababa de empezar! De repente, me vi dentro del coche con Olga desmayada por una pedrada en la cabeza, y con su accidental agresor al volante, histérico perdido y pidiendo disculpas cien veces por minuto. “Lo siento, lo siento, lo siento… ¿se pondrá bien?” “Que sí, tranquilo. La herida es bastante superficial, sólo que a ella le da mucha aprensión la sangre” “Lo siento, lo siento…” “Él que debería disculparse es tu amigo, pero bien que se ha desentendido del tema ¡Le ha faltado tiempo para largarse!” “Es que es un hijo de puta… ¡lo siento!” “Jajaja, ¡deja de disculparte! Y la próxima vez afina la puntería, ¡que la intención era buena!” “¿Cómo?” “Que si no lo llegas a hacer tú, casi lo hago yo, jajaja” Sonrió, como aliviado. Conseguí que dejara de disculparse, hasta que llegamos al hospital, Olga volvió en sí, y entonces comenzó a darle la brasa a ella. Aproveché el momento, para recordarle a mi buena amiga lo majo que era su querido Pablo. ¿Y qué me dijo ella? “No es que pase de mi, es que mañana tiene que madrugar… ¡mira! me ha mandado un mensaje al móvil diciendo que lo siente” ¡Joder! ¿Dónde había una piedra para rematarla?

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLA ESTHER!!!
Soy Noelia, tia lo siento mucho por tu amiga Olga de verdad...xo esq m parto, leyendo tu space y ahora esto esq se me saltan las lagrimas...aunq no me ha kedado muy claro como sucedio lo de la pedrada, se la da el tal Pablo?como?bueno espero que Olga este mejor, lo que es una pena esq el golpe no le hiciera olvidar al tio ese...yo creo q al final la pedrada se la dará ella..eso espero!!
b7s
Noelia